Inventos, descubrimientos e innovaciones en el siglo XVIII
1709 Cristófori (Italiano) Piano
|
1777 Lavoisier (Francés) Explicación Combustión
|
1714 Fahrenheit (Alemán) Temómetro de Mercurio
|
1778 Jouffroy (Francés) Bote de Vapor Experimental
|
1745 Von Kleist (Alemán) Botella de Leyden
|
1780 Franklin (EE.UU.) Lentes Bifocales
|
1745 Musschenbroeck (Alemán) Botella de Leyden
|
1783 Montgolfier (Francés) El Globo
|
1752 Franklin (EE.UU.) Pararrayos
|
1785 Cartwright (Inglés) Telar Mecánico
|
1761 Harrison (Inglés) Cronómetro
|
1785 Blanchard (Francés) Paracaídas
|
1769 Watt (Escocés) Máquina de Vapor
|
1785 Ransome (Inglés) Arado de Hierro Fundido
|
1770 Cugnot (Francés) Carro de Vapor
|
1792 Murduch (Escocés) Lámpara de Gas
|
1774 Priestley (Inglés) Oxígeno
|
1796 Senefelder (Bohemio-Alemán) Litografía
|
1777 Miller (Inglés) Sierra Circular
|
1797 Wittemor (EE.UU.) Máquina de Tarjeta
|
Inventos, descubrimientos e Innovaciones en el siglo XIX
1800 Volta (Italiano) Pila
|
1868 Gramme (Belga) Dínamo
|
1802 Symington (Escocés) Bote Vapor
|
1876 Otto (Alemán) Motor 4 ciclos
|
1824 Aspdin (Inglés) Cemento Portland
| 1876 Bell (EE.UU.) Teléfono |
1828 Henrry (EE.UU.) Electromagneto
| 1879 Edison (EE.UU.) Lámpara Incandescente |
1835 Talbot (Inglés) Fotografía
| 1882 Wheeler (EE.UU.) Ventilador Eléctrico |
1837 Davenport (US) Motor CD
|
1885 Benz (Alemán) Automóvil
|
1837 Morse (EE.UU.) Telégrafo
|
1885 Daimler (Alemán) Motocicleta
|
1845 Hoe (EE.UU.) Rotatíva
|
1885 Stanley (EE.UU.) Transformador Eléctrico
|
1846 Howe (EE.UU.) Máquina de coser
|
1887 Tesla (EE.UU.) Motor de Inducción
|
1847 Staite (Inglés) Lámpara de Arco
|
1888 Eastman (EE.UU.) Cámara Kodak
|
1849 Bourding (Francés) Turbina Gas
|
1889 Daimler (Alemán) Motor Gasolina
|
1849 Francis (EE.UU.) Turbina Hidráulica
|
1892 Tesla (EE.UU.) Motor Corriente Alterna
|
1858 Siemens (Alemán) Horno para acería
|
1892 Morrison (EE.UU.) Auto Eléctrico
|
1864 Marcus (EE.UU.) Automóvil Experimental
|
1893 Tesla (EE.UU.) Radio
|
1866 Nobel (Suizo) Dinamita
|
1895 Diesel (Alemán) Motor Diesel
|
Con el desarrollo del maquinismo asistimos a la implantación de un nuevo sistema económico: el capitalismo, que se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción, lo que supone que el que posee el capital (no sólo dinero, sino también locales, máquinas y materias primas) organiza y controla toda la producción. Se trata de una nueva organización de la vida económica, que se extiende al ámbito de lo social y político.
En la Edad Moderna ya habían existido prácticas capitalistas de tipo financiero mercantil: sociedad anónima, bolsa y banca, que habían crecido con el desarrollo comercial asociado a los grandes descubrimientos geográficos y a la afluencia de metales preciosos a Europa provenientes de América yÁfrica.
En el seno de la fabricación artesanal manufacturera había aparecido el antecedente del primer empresario capitalista, el denominado sistema doméstico o trabajo a domicilio. Los comerciantes, que estaban en contacto con los mercados, fueron extendiendo su actividad en las zonas rurales fuera del control de los gremios. La materia prima (lana) era repartida en diversos hogares campesinos, la operación de cardado e hilado era realizada por las mujeres, que añadían, de este modo, un complemento a sus ingresos. Los pagos se hacían a destajo y en especie. También se confiaban otrasoperaciones (tejido, tintado) a artesanos especializados. Durante todo el entramado de operaciones, el comerciante permanecía como propietario de la pieza, que luego almacenaba y, finalmente, vendía. Este sistema de producción era común también en otros sectores, como el metal y la madera. Suevolución durante el siglo XVIII originaría la primera acumulación de capital procedente de la manufactura.
Si bien en los primeros momentos de la Revolución Industrial los cambios técnicos se realizaron con muy bajos costos para mantener y aumentar el ritmo de crecimiento y beneficio, pronto fue necesario incrementar la cuantía de las inversiones, pero éstas resultaban difíciles de asumir por unapersona, por lo que se hizo necesaria la creación de grandes compañías en las que pudiera afluir dinero de varios inversores.
Ya desde el Renacimiento existían sociedades mercantiles de tipo familiar. La sociedad estaba formada por los miembros de una familia que aportaban diferentes sumas de dinero para emprender negocios, por lo que solía llevar el nombre del apellido familiar (Medici, Fugger...). Los beneficios se repartían en proporción a la cantidad aportada inicialmente. Los vínculos familiares favorecían la estabilidad de estas sociedades, que se mantenían, incluso hereditariamente, durante generaciones. Desde el siglo XVII, la creación de colonias europeas en América, Asia o África y el aumento devolumen del comercio internacional favorecieron la creación de grandes compañías mercantiles (como la Compañía Inglesa de las Indias Orientales) que se ocupaban de acondicionar puertos, armar navíos, compraventa de mercancías, almacenaje, e incluso llegaron a propiciar la intervención militar para defender sus intereses.
De este modo, el precedente de las sociedades mercantiles o financieras se adaptó a las necesidades del desarrollo industrial.
Las sociedades anónimas estaban compuestas por un elevado número de personas, algunas de las cuales ni siquiera se conocían. Su participación en el capital de la empresa se hacía a través de la compra de acciones (títulos de propiedad) y el reparto de los beneficios se hacía de forma proporcional al número de acciones compradas, en caso de quiebra de la compañía, la responsabilidad quedaba limitada al valor de las acciones y no a sus bienes particulares. Cada acción tenía un carácter transferible, podía ser comprada y vendida, y su valor se fijaba siguiendo el juego de libre mercado: si la empresa gozaba de beneficios, las acciones aumentaban su valor o cotización; si, por el contrario, acumulaba pérdidas, bajaban. El lugar donde se realizan estas transacciones se denomina bolsa o mercado de valores.
Las sociedades anónimas, sin embargo, no se generalizarán hasta la segunda mitad del siglo XIX. Hasta entonces, el modelo de sociedad más generalizado fue la "partnershrp", de responsabilidad ilimitada, en la que el inversor respondía con sus bienes particulares. En Gran Bretaña. hasta 1825, estuvo vigente la "Bubble Act", promulgada en 1721 a raíz de una operación especulativa de la Compañía de los Mares del Sur, por la que se impedía la creación de este tipo de compañías. En Francia no se aprobaron hasta 1863.
Otra vía de financiación para las empresas apareció con la emisión de obligaciones, en este caso, el inversor compraba obligaciones con carácter de préstamo y la compañía se comprometía a devolver su importe en un tiempo y con un interés fijados previamente. Esta nueva fórmula se ideó para atraer a pequeños inversores, más temerosos ante operaciones de riesgo. Este tipo de financiación será muy importante en la expansión del ferrocarril.
Por último, la banca, de origen medieval, que actuaba como lugar seguro de depósito de dinero, evoluciona ahora hacia la banca de negocio, contribuyendo al financiamiento de las empresas mediante la concesión de créditos, compra de acciones a empresas, e intermediarios en la colocación de acciones a sus depositarios. Se destacan "Société Générale de Belgique" (Bruselas, 1822), "Société Générale du Crédit" (París, 1852), "Darmstädter Bank" (Darmstadt, 1853).
En la Edad Moderna ya habían existido prácticas capitalistas de tipo financiero mercantil: sociedad anónima, bolsa y banca, que habían crecido con el desarrollo comercial asociado a los grandes descubrimientos geográficos y a la afluencia de metales preciosos a Europa provenientes de América yÁfrica.
En el seno de la fabricación artesanal manufacturera había aparecido el antecedente del primer empresario capitalista, el denominado sistema doméstico o trabajo a domicilio. Los comerciantes, que estaban en contacto con los mercados, fueron extendiendo su actividad en las zonas rurales fuera del control de los gremios. La materia prima (lana) era repartida en diversos hogares campesinos, la operación de cardado e hilado era realizada por las mujeres, que añadían, de este modo, un complemento a sus ingresos. Los pagos se hacían a destajo y en especie. También se confiaban otrasoperaciones (tejido, tintado) a artesanos especializados. Durante todo el entramado de operaciones, el comerciante permanecía como propietario de la pieza, que luego almacenaba y, finalmente, vendía. Este sistema de producción era común también en otros sectores, como el metal y la madera. Suevolución durante el siglo XVIII originaría la primera acumulación de capital procedente de la manufactura.
Si bien en los primeros momentos de la Revolución Industrial los cambios técnicos se realizaron con muy bajos costos para mantener y aumentar el ritmo de crecimiento y beneficio, pronto fue necesario incrementar la cuantía de las inversiones, pero éstas resultaban difíciles de asumir por unapersona, por lo que se hizo necesaria la creación de grandes compañías en las que pudiera afluir dinero de varios inversores.
Ya desde el Renacimiento existían sociedades mercantiles de tipo familiar. La sociedad estaba formada por los miembros de una familia que aportaban diferentes sumas de dinero para emprender negocios, por lo que solía llevar el nombre del apellido familiar (Medici, Fugger...). Los beneficios se repartían en proporción a la cantidad aportada inicialmente. Los vínculos familiares favorecían la estabilidad de estas sociedades, que se mantenían, incluso hereditariamente, durante generaciones. Desde el siglo XVII, la creación de colonias europeas en América, Asia o África y el aumento devolumen del comercio internacional favorecieron la creación de grandes compañías mercantiles (como la Compañía Inglesa de las Indias Orientales) que se ocupaban de acondicionar puertos, armar navíos, compraventa de mercancías, almacenaje, e incluso llegaron a propiciar la intervención militar para defender sus intereses.
De este modo, el precedente de las sociedades mercantiles o financieras se adaptó a las necesidades del desarrollo industrial.
Las sociedades anónimas estaban compuestas por un elevado número de personas, algunas de las cuales ni siquiera se conocían. Su participación en el capital de la empresa se hacía a través de la compra de acciones (títulos de propiedad) y el reparto de los beneficios se hacía de forma proporcional al número de acciones compradas, en caso de quiebra de la compañía, la responsabilidad quedaba limitada al valor de las acciones y no a sus bienes particulares. Cada acción tenía un carácter transferible, podía ser comprada y vendida, y su valor se fijaba siguiendo el juego de libre mercado: si la empresa gozaba de beneficios, las acciones aumentaban su valor o cotización; si, por el contrario, acumulaba pérdidas, bajaban. El lugar donde se realizan estas transacciones se denomina bolsa o mercado de valores.
Las sociedades anónimas, sin embargo, no se generalizarán hasta la segunda mitad del siglo XIX. Hasta entonces, el modelo de sociedad más generalizado fue la "partnershrp", de responsabilidad ilimitada, en la que el inversor respondía con sus bienes particulares. En Gran Bretaña. hasta 1825, estuvo vigente la "Bubble Act", promulgada en 1721 a raíz de una operación especulativa de la Compañía de los Mares del Sur, por la que se impedía la creación de este tipo de compañías. En Francia no se aprobaron hasta 1863.
Otra vía de financiación para las empresas apareció con la emisión de obligaciones, en este caso, el inversor compraba obligaciones con carácter de préstamo y la compañía se comprometía a devolver su importe en un tiempo y con un interés fijados previamente. Esta nueva fórmula se ideó para atraer a pequeños inversores, más temerosos ante operaciones de riesgo. Este tipo de financiación será muy importante en la expansión del ferrocarril.
Por último, la banca, de origen medieval, que actuaba como lugar seguro de depósito de dinero, evoluciona ahora hacia la banca de negocio, contribuyendo al financiamiento de las empresas mediante la concesión de créditos, compra de acciones a empresas, e intermediarios en la colocación de acciones a sus depositarios. Se destacan "Société Générale de Belgique" (Bruselas, 1822), "Société Générale du Crédit" (París, 1852), "Darmstädter Bank" (Darmstadt, 1853).
No hay comentarios:
Publicar un comentario